El trabajo que vamos a realizar, es en realidad la suma de varios trabajos los cuales no tienen nada de especial, ya que se basa en la pintura como medio de decoracion para distintos elementos de la habitacion.
Como podéis observar es una habitación que está pintada en blanco, con las paredes en liso, que tiene dos camas de 90 cm con unos cabeceros negros de forja anclados en la pared.
La mesilla al igual que todas las piezas que componen la habitación han sido recogidas de familiares que ya se habían cansado de ellas, y las hemos recogido para darles una nueva oportunidad.
Como se observa los elementos son de diferentes "épocas", los cabeceros tendrán como mucho unos 7 años, pero la mesilla era de mis abuelos. Lo que tenemos que hacer es hacer que todo quede en sintonía.
Si os fijáis, los años no han pasado por la mesilla y
tiene rota la filigrana de madera de la parte inferior derecha. Lo primero que
tendremos que hacer es reconstruirla, para ello usaremos una masilla
bicomponente para hacer el trozo que nos falta. Como esta masilla se puede
modelar, y se pega muy bien a cualquier superficie, solo tendremos que esperar
a que seque (unos 30 minutos) para poder lijarla y dejarla fina y bien
ajustada.
Una vez tengamos todo seco y
bien ajustado, procederemos a quitar los herrajes de la mesilla, que no tiene más
que aflojar unas tuercas en el cajón y unos tornillos en las puertas. Estos
errajes los pintaremos con pintura dorada y los dejaremos secar.
Mientras que los herrajes se secan, pon una lija de
grano medio damos una pasada a todo el mueble y si el chapado de la mesilla
tuviese grietas o faltase algún trocito lo rellenamos con un poco de masilla y
una espátula. Cuando se secase le volveríamos a pasar la lija para dejarlo
fino.
Llega la hora
de pintar el mueble para ello vamos a elegir un negro mate y le daremos un par
de manos, dejando secar bien entre capa y capa como indique el fabricante y
dando un lijado muy fino entre capa y capa (yo este lijado lo he hecho con lana
de acero 000, que no se os olvide de limpiar el polvillo después del lijado).
Después de dar
el color negro como base, utilizaremos el dorado de los herrajes para destacar
ciertas partes de la mesilla, como puede ser los relieves y el borde del
tablero.
De esta forma
ya tenemos la mesilla a juego con los cabeceros, hemos reciclado una lámpara
que teníamos por casa y la hemos ubicado en su nuevo hogar.
Ahora toca
pintar las paredes, le vamos a dar un tono lavanda para que hagan juego con los
edredones. La pintura que vamos a utilizar es plástica la cual es lavable.
Para
terminar vamos a buscar una silla que tengamos huérfana y la vamos a pintar en
el mismo tono que la mesilla negro mate, esta silla nos servirá de descalzadora
y para dejar la ropa preparada para el día siguiente (tener en cuenta que los
pasos son los mismos que para la mesilla, lijar-pintar-lijar-pintar). Por último
pintamos el cerco del cuadro también en negro y cuando este seco lo colgamos en
la pared.
Bueno
por muy poco dinero (lo que nos hemos gastado en la pintura) hemos armonizado
los distintos muebles que hemos ido recogiendo y el cambio visual de la habitación
ha cambiado de forma sustancial.
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